El mes pasado celebraron mis papis las bodas de oro.
Me hacía mucha ilusión prepararles la tarta nupcial pero al final, por culpa de mi hombro fue imposible pero no me pude resistir y les preparé estas galletitas que repartieron cuando se sirvió el café, mi hijo y mi sobrina, que fueron los padrinos en la boda de sus abuelos.
La verdad es que fue una ceremonia muy bonita y emotiva y un banquete muy muy divertido.
Lo pasamos genial :))
Os quiero papás.
que regalo mas bonito seguro que los emocionaste,,,se ven preciosas,,,,gracias por tu visita ami blog yo también me quedo por aqui una abraçada
ResponderEliminarGracias Elena :)
EliminarPues regalar arte comestible, es todo un detallazo.
ResponderEliminarTienen una pinta genial.
Besos
Jorge.